Todos podemos ser mucho más creativos de lo que pensamos. Lo que nos pasa es que muchas veces nos auto-limitamos a la hora de crear o hacer algo nuevo. Hoy comparto contigo los 3 auto frenos principales que matan nuestra creatividad y te propongo cómo transformarlos:
- Los “loros” anti-creatividad. Son esas voces internas que nos dicen “para que te vas a complicar”, “si no lo ha inventado alguien será porque no es tan buena idea”, “y si me va mal…”¡Ojo con ellos! El peligro está en que pensamos que son certezas, cuando en realidad son nuestras propias creencias y juicios. No son la realidad, son lo que nosotros hemos creado. Primer paso para transformarlos: ser consciente de cuáles son y ser consciente de que son mis creencias que yo he formado escogiendo una parte de la realidad u otra.
- El miedo, y en especial el miedo al fracaso. El miedo como todas las emociones, nos puede ser muy útil si sabemos aprovecharla. El miedo surge como respuesta a una desproporción entre la amenaza y los recursos que tenemos para hacer frente a esa amenaza. Por eso, cuando trabajamos el miedo es muy interesante empezar a identificar cuál es la amenaza (¿es real?, ¿imaginada? ¿cuán probable es?…) y los recursos (¿Con qué recursos cuento? ¿Necesito algo más?..). Cuando vamos a emprender algo nuevo, muchas veces nos aparece el miedo al fracaso: “Y si no sale bien” “qué dirán”…. Si notas que el miedo es un freno a tu creatividad e innovación, explora qué amenazas estás percibiendo, pregúntate si realmente son amenazas y si lo son cómo podrías prepararte para ellas. Sobre el fracaso, explora sobre qué es para ti “fracasar”, qué significado le estás dando a esa palabra y piensa a lo largo de tu vida en qué cosas fracasaste y qué aprendiste de ellas. Si aprendiste algo, convertiste el fracaso en aprendizaje.
- La frustración que no deja avanzar. La frustración aparece cuando tenemos una serie de expectativas y recibimos una realidad diferente a esas expectativas. “Yo esperaba haber hecho algo más diferente, y al final me ha quedado algo poco creativo”, desde ahí me frustro y dejo de probar a hacer algo nuevo. En esos casos, revisa que expectativas tenías (¿eran realistas?), porqué no se han cumplido, y qué está en tus manos para hacer la próxima vez y que no está en tus manos para dejarlo marchar. Pon foco, en aquello en lo que tienes influencia.
Y tú, ¿qué otros límites a la creatividad tienes? ¿Cómo los superas? Te escucho y tomo nota.